Desde el principio de los tiempos, los Lobos de Izuna han sido los protectores del -rbol Sagrado.Se oponen ferozmente a los demonios Noggos,, manteniendo así una frontera invisible entre el mundo de los hombres y el de los espíritus.La misteriosa aparición de una joven dentro de la manada alterará este frágil equilibrio.
Tenuta nos invita a un mundo de ensueño en Japón en un momento en que los espíritus de la naturaleza aún reinan.
Los samuráis no aceptan entrenar con instrumentos de bambú. Solo las hojas de verdad, al ser mortales, pueden alcanzar la verdad. Todo el adiestramiento que recibe un guerrero se centra en la búsqueda del instante crucial, de la chispa fugaz que, en combate, decide quién vive y quién muere. Un único y fulminante tajo que hace que brote la sangre llevándose la vida en su lluvia escarlata. Carece de importancia quién sea el vencido y quién el vencedor. El momento decisivo, eso es lo único que cuenta.
Han pasado varios años desde que Shinnosuke cambió su vida anterior como un humilde campesino para convertirse en Fudo, el maestro del Dokutsu Dojo. Mientras continúa la búsqueda de su hermana, la verdad detrás de su desaparición sacude su mundo.Una feroz enfermedad conocida como la plaga carmesí se está extendiendo por toda la tierra. Recorriendo las ciudades en busca de una evidencia de su origen, Fudo se encuentra con un extraño amuleto descrito por su madre enfermiza que se cree la última de las sacerdotisas Hiroku, hechiceras de las fuerzas oscuras. Pero cuando le otorga este regalo para calmar su mente, Fudo se da cuenta de que su locura era solo una fachada y que puede haberla ayudado a desatar algo que podría traer la destrucción del mundo. del pasado común hispano japonés-, muestra el autor sus flaquezas y virtudes, haciéndoles vivientes y verdaderos.pre-internet, y por lo tanto de otra era. Un libro, en definitiva, que hoy es una anacronía. Pero hay algo reconfortante en publicar papeles pasados, en revisitar tiempos idos, sean feos o bonitos, divertidos o aburridos (como temo que sea este libro para algunos). Marcos Jiménez de la Espada, a quien cito en el libro, escribió: Pero miradas desde la vejez, todas las lejanías juveniles son hermosas; y aunque parezca mentira, estos áridos y vetustos papeles me las acercan sin afearlas. José Pazó, del prólogo a Nekomata, el gato de las dos colas